A continuación vamos a procurar dar información útil para una sesión de fotos de bebé y niños pequeños, y aportar detalles sobre nuestro modo de realizar estas sesiones fotográficas con un valor incalculable para una familia.

¿Cuándo es el mejor momento para realizar la sesión fotográfica?

Hay momentos idóneos para hacer una sesión de fotos con un bebé, igual que existen otros momentos que no lo son tanto. Según nuestra experiencia no solemos recomendar hacer una sesión entre los meses 1 y 5 (exceptuando los recién nacidos, a los que se les realiza la sesión en la segunda semana después de nacer), porque sencillamente estamos con las ‘manos atadas’ para posicionar al pequeñín. Al no poder quedarse sentado, habrá que apoyarle sobre algo, con cojines etc., y ello complica mucho el uso de atrezzo y fondos. Siempre se le pueden hacer fotos en brazos de los padres o tumbado en el suelo, pero es probable que la sesión se nos quede ‘coja’, no pudiendo hacer todo lo que nos gustaría.

Entonces se entiende que el mejor momento para hacer las fotos es justo cuando el bebé ya empieza a poder quedarse sentadito, generalmente esto ocurre entre los meses 6-8. Los meses posteriores, hasta que empieza a andar (hasta los 14-15 meses aprox.), son los más idóneos para capturar al bebé en estado puro. Por ello, cuando nos preguntan siempre decimos que una sesión a los 8-10 meses es genial, o también el momento justo cuando empieza a dar sus primeros pasitos (generalmente una vez hecho el primer año). Por lo tanto, si hubiese que fijar unos meses para hacer unas bonitas fotos de bebé, diría que el mejor momento es entre los meses 6 y 14.

Da igual el momento del año que sea, si es primavera o verano se podrá hacer alguna foto más en exterior, pero la mayoría de las fotos se realizan siempre en estudio, por lo que la predicción meteorológica no influye cuando tenemos un estudio calentito en invierno o un día lluvioso en verano.

Por supuesto, también son muy agradecidas las sesiones fotográficas a niños de 2 años en adelante. Lo importante para niños de esta edad es hacerles ver que vamos a pasar un buen rato y procurar que no sientan extrañeza o miedo al entrar al estudio (para ello agradecemos siempre la inestimable la ayuda de los padres). Puede cambiar mucho la manera de proceder dependiendo de si el niño tiene 2, 4 o 6 años, pero básicamente es que juegue y se lo pase bien durante la sesión fotográfica. Es cierto también, que un niño de unos pocos años se puede encontrar más a gusto en la calle, donde no se va a ver tan extrañado quizás por entrar en un espacio cerrado nuevo para él y que no conoce de antemano. Por eso, antes de empezar la sesión fotográfica, vamos a esbozar un guión de qué queremos hacer y ver diferentes posibilidades, para una vez iniciada la sesión de fotos, vaya todo sobre ruedas.

Seguro que a una madre y a un padre se os ocurren muchas preguntas más sobre pequeños detalles, estilismo e infinidad de cosas. Para ello, nuestra recomendación es que os pongáis en contacto con nosotros del modo que más fácil os resulte y nos podáis preguntar cualquier cosa sin compromiso. Estaremos encantados de atenderos y resolver cualquier duda que podáis tener, porque un estudio fotográfico, por muy natural y del día a día que nos pueda parecer a nosotros, los fotógrafos, también puede ser un lugar nuevo y algo desconocido para los mayores.

Para nosotros, una sesión fotográfica debe ser una bonita experiencia para toda la familia, y un precioso recuerdo para el futuro. Así de simple. Por lo tanto no os lo penséis demasiado y llamadnos cuando os apetezca para que podamos atender a vuestra preguntas y poder pasar después un buenísimo rato haciendo unas fotos inolvidables. Os esperamos, ¡hasta pronto!

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